EL PADRE MALTRATADOR VUELVE EN GLORIA Y MAJESTAD (¿Alguna vez se fue?)
(8 de mayo de 2023, 12:00)
En agosto de 2015 escribí en Punto Final la columna que incluyo a continuación anticipando Piñera II y describiendo las variables que casi ocho años después explican la Aplanadora Constitucional (y de paso se refiere a unas eventuales rabietas, ¿el estallido social?).
Tales variables fueron:
1) La manipulabilidad política de la población, producto de un extendido analfabetismo funcional; y
2) el mensaje posicionado por los medios de comunicación de masas, en particular audiovisuales, al mejor estilo publicitario.
Y la probable solución: La “orfandad” de un pueblo sin herramientas para un crecimiento político autónomo, requiere de un proceso educativo liberador (Paulo Freire) y organizado desde la base (Orlando Fals Borda). -
A continuación, la columna completa:
PSICOANÁLISIS DE CHILE: UN PUEBLO HUÉRFANO
Juan Jorge Faundes Merino
Víctima de un padre maltratador (la dictadura de Pinochet) que lo sometió a la brutal doctrina de shock develada por Naomi Klein —para aterrorizarlo, destruirle su capacidad crítica e instalar impunemente el neoliberalismo—, el pueblo de Chile optó instintivamente por acurrucarse en el útero materno de la Concertación, encarnado finalmente en Michelle Bachelet. Tanto así que, al terminar su primer gobierno, alcanzaba según Adimark un 83% de aprobación y en el ítem “ser querida por los chilenos" lograba un 95%. Sin embargo, en su segundo mandato el rechazo a la presidenta se incrementa progresivamente desde el 20% en marzo del 2014 al 70% en julio de 2015. Bachelet ya no representaría las cualidades positivas de lo materno-femenino, que Jung describe como lo espiritual, bondadoso, protector, sustentador, lo que da crecimiento, fertilidad y alimento, sino su negativo: lo secreto, escondido, tenebroso, el abismo, el mundo de los muertos, lo que devora, seduce y envenena, lo angustioso e inevitable. Así al menos la presenta el discurso de los medios desde el caso CAVAL.
Al margen de sus propias acciones y errores, opino que hay dos causas principales del rechazo: 1) La manipulabilidad política de la población, producto de un extendido analfabetismo funcional; y 2) el mensaje posicionado por los medios de comunicación de masas, en particular audiovisuales, al mejor estilo publicitario.
En cuanto a lo primero, en su libro Los gajos del oficio (LOM, 2014) el filósofo y crítico Grínor Rojo deja en evidencia “el analfabetismo funcional o semianalfabetismo de la gran mayoría de nuestros compatriotas” (p. 57). El 44% de los chilenos entre 15 y 24 años se encuentra en un analfabetismo funcional en lectura de textos, un 42% por ciento en lectura de documentos y un 51% en el área cuantitativa (Centro de Microdatos de la Universidad de Chile, 2013). Encargado por la Cámara Chilena de la Construcción, el estudio agrega que deben utilizar dibujos para capacitar a los trabajadores. Al 24% de los chilenos mayores de 50 años se les olvidó leer y no pueden recibir instrucciones por escrito (Fundación La Fuente-Adimark GFK). Sólo un tres por ciento de la población del país logra evaluar críticamente o formular hipótesis derivadas del texto que lee. Un 84% no logra la comprensión adecuada de textos largos y complejos cuyo contenido no les resulta familiar (Encuesta Microdatos-CNCA, 2011). Sólo un 13% de los chilenos lee frecuentemente noticias sobre política (Encuesta CEP, agosto de 2012). La conclusión de Rojo es lapidaria: “una población con un mínimo de capacidad crítica y (…) un mínimo de discernimiento político.” (p. 58).
Lo segundo, una población así es fácilmente manipulable. Un indicador significativo es que los dos ministros mejor evaluados Heraldo Muñoz con 79% y Natalia Riffo con 57%, de Relaciones Exteriores y Deportes, son los más alejados de la contingencia, los menos presentes en los medios. En cambio, los protagonistas de las reformas y las necesidades cotidianas (trabajo, energía, salud, transportes y educación), blanco diario de los medios, son los peor evaluados: 41, 39, 39, 34, 31 y 29% respectivamente. En suma, la población es altamente influenciable por su carencia de capacidad crítica y discernimiento político y dependencia de la radio y la TV (ya que escasamente lee).
Ante el rechazo a la madre, en parte importante por efecto de la manipulación mediática, ¿el pueblo volverá al padre? No parece posible ya que se le sigue “odiando” personificado ahora en los políticos: el rechazo fue 71% para la Nueva Mayoría, 76% para la Alianza, 79% para el Senado y 82% para la Cámara.
La “orfandad” de un pueblo sin herramientas para un crecimiento político autónomo, requiere de un proceso educativo liberador (Paulo Freire) y organizado desde la base (Orlando Fals Borda). - (Publicado en Punto Final Nº834, del 7 al 20 de agosto de 2015, p. 7)
PostScript: En honor al realismo tan de moda por estos días, debo acotar que la solución Freire-Fals Borda es utópica, es decir, sólo una salida retórica, un bonito final de la columna, porque requiere al menos de un gran partido político empeñado en implementarla, si no el propio Estado. Así las cosas, tal vez frustrado y desengañado por la traición materna, sólo por castigarla, el pueblo desahogue su ira en rabietas... o en el ostracismo, la abstención y el individualismo. No más comulgar con ruedas de carreta. ¿Será? ¿Y a quién le dará el voto entonces? Pues al que le asegure tranquilidad, seguridad y lo deje ganarse la vida tranquilo.
No es una reflexión acabada. Es un tema que creo merece más vueltas, porque estamos hablando de algún modo del "alma" nacional. ¿O tenemos dos "almas" nacionales? ¿La de los que añoran al padre maltratador (porque fueron sus regalones) y la de quienes fueron víctimas de su maltrato y se habían refugiado en la mami? Y ahora, ¿quién podrá defender a estos últimos?...
(PostScript publicado en Un método para asamblea constituyente, 7 agosto 2015)
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