Jota Jones salva a la humanidad

Foto del perfil de Ramon Diazpor Ramón Díaz Eterovic (*)

La parodia, en tanto imitación burlesca o humorística de un género literario, ha sido una  aproximación recurrente en la narrativa policial, fantástica y de ciencia ficción que se ha escrito en distintas partes y épocas del mundo. Se trata de abordar algunos elementos de estas manifestaciones literarias desde una perspectiva en la que el humor, el absurdo y hasta los lugares comunes de cada género dan otro tono a las convenciones literarias, permitiendo con eso, y entre otras cosas, una iluminación particular de ciertos espacios de la realidad en la que vivimos.

Un ejemplo de lo dicho está en la obra de Julio Cortázar: “Fantomas contra los vampiros multinacionales”, en la que el creador de los cronopios y famas desarrolla su visión sobre temas tan significativos como la violación de los Derechos Humanos, la destrucción de las grandes obras de la literatura universal y la creciente globalización de las economías mundiales. Para todo lo anterior, Cortázar ocupa los recursos de la novela de aventuras y el cómic; y da una nueva vida a un héroe tan particular y clásico como lo es Fantomas, el archivillano creado por Marcel Allain
y Pierre Souvestre.

“El círculo del jabalí de fuego” (publicada por Amazon y disponible en su plataforma) es una novela en la que su autor, Juan Jorge Faundes, también se atreve con la parodia del género policial y de espías, entregando una historia tan atractiva como disparatada en la que está en juego, nada más ni nada menos, que el destino de la humanidad. Su protagonista es Jota Jones, un periodista y escritor que según se dice en la presentación del libro tuvo sus primeras presentaciones al público en algunas columnas publicadas en la Revista “Punto Final”. Jota Jones ya pasó la respetable edad de los setenta años, vive frente al Parque Forestal y si uno se guía por las fotos que tiene expuestas en su oficina deduce que es un aficionado al ron y los crucigramas, hincha de Salvador Allende, de la presidenta Bachelet y del Colo Colo. No es un detective de los tradicionales y a ratos, más que como detective le gusta definirse como psicoastrólogo ya que las principales herramientas que usa en la investigación de sus casos provienen de la astrología, la numerología y la interpretación de los sueños.

Las peripecias de Jota Jones comienzan cuando recibe la visita de una extraña pareja que apenas alcanzan a decir un nombre –Oniric-, antes de ser asesinada por un certero francotirador. Ante esta situación, y sin saber mucho que hacer, Jones recurre a su amigo Adso, un barman con estudios de filosofía y semiótica, quien luego de algunas reflexiones astrológica le hace ver al detective que según el horóscopo chino están viviendo el año del Jabalí y en el horizonte de la humanidad se avista un caos de proporciones. Junto con visitar a su amigo, Jones prueba unos extraños alfajores que han dejado sus ocasionales clientes y comienza a vivir una serie de diálogos divertidos con personajes o seres que están presentes en las fotos que cuelgan de las paredes de su oficina o que aparecen en los
diarios que tiene a mano: la escritora Susan Sontang, Tolstoi, la oveja Dolly y Yo Robot, entre otros. Luego de eso descubre que los alfajores contienen una droga (Oniric) que permite controlar los pensamientos y sueños de las personas. Una droga que es el eje de una guerra desatada entre las fuerzas del Caos y del Orden, responsables del destino último de la humanidad.

Otros personajes llegan repentinamente a la vida de Jota Jones, como la atractiva Lilith; un asaltante que se parece a Frank Sinatra, y el mismísimo Silvio Rodríguez, quien luego de probar los alfajores logra soñar con serpientes y termina encontrando a su extraviado unicornio azul. A medida que la novela avanza conocemos las características de los rivales y amigos de Jota Jones, y aumentan las situaciones absurdas y divertidas. Y en este último sentido la novela no decae en su interés ni en la forma como retrata la organización del mundo. El humor es un componente que recorre el texto y junto con la personalidad de Jota Jones son las vigas que sostienen esta novela que propone cierto juego constante en el que el lector tiene que entrar para disfrutar de sus intrigas y personajes. No es una novela para lectores graves ni para quienes piensen que la literatura debe ceñirse estrictamente a la realidad.

Juan Jorge Faundes que había publicados varias novelas históricas sobre figuras como Diego de Almagro y Pedro de Valdivia, ahora dibuja un nuevo y singular detective en el mapa de la narrativa policial chilena de los últimos años. Jota Jones es un personaje que nos habla desde la astrología y el humor, que tiene una particular manera de observar el mundo que le toca vivir. Un personaje del que quisiéramos tener más noticias en el futuro, siempre y cuando la edad y los alfajores alucinógenos se lo permitan.
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(*) Ramón Díaz Eterovic (1956), escritor chileno, muchas veces premiado, autor de las novelas de Heredia, publicadas por LOM. Heredia es un detective privado protagonista de más de una decena de investigaciones vinculadas a crímenes políticos, negociados, etc.. Columnista de la revista Punto Final hasta su cierre en marzo último.

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